lunes, 31 de enero de 2011

Ansiedad


Se me va la vida ante mis propios ojos, con estos pensamientos que no puedo evitar, ridículos y nada ciertos, se me pasa el tiempo sin poder respirar un nuevo aire, limpio y sin temores...

Hasta cuándo se me pasará?
Cuánto tiempo habré de esperar, hasta que salga el sol, hasta que deje de sangrar...

Es como una muerte lenta, una muerte de todo lo positivo, todo se vuelve pesado y negativo, es como ver a una ventana sin horizonte, como estar dentro de una casa sin ventanas, como estar atrapado en su propio funeral.

Yo no te odio, ni te desprecio, yo te confundo, siempre con lo que más temo, poca tranquilidad, en los momentos más llenos de vida y felicidad...

Todos dicen que deberían de tratarte, pero no deberían darte ni importancia, eres bien hueca, tanto así que te llevas a los débiles contigo, pero si yo no soy débil, yo soy bien fuerte, y también muy insistente, esa insistecia a veces quiere jugar contigo, pero yo no la dejo, le digo que no insista, que se acostumbre a no ser tan necia.

Ha sido duro, decirte que no, siempre, pienso algún día que te voy a olvidar del todo, pero todo aquello me parece una osadía.

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